
Últimamente he notado algo curioso… parece que, si no lo mostramos, no pasó. A veces me doy cuenta de que quienes me rodean piensan que solo trabajo, que no descanso, que no disfruto. Pero no es que no lo haga… es que no siempre lo subo. En este episodio hablo sobre esa presión silenciosa que sentimos de tener que documentarlo todo, y lo que se pierde cuando vivimos esperando aprobación. Tal vez vivir sin testigos no sea tan malo. Tal vez ahí, justo en ese silencio, esté lo más nuestro.