
Hay muchos tipos de soledad: deseada y fructífera, obligada y molesta, soledad objetiva (estar solos) y subjetiva (sentimiento de soledad), pero cuando todas ellas se reúnen, cuando uno está y se siente solo y no puede hacer nada por evitarlo, y se complica con problemas sociales, económicos o de salud, se convierte en “soledad maligna”, una gangrena relacional que poco a poco va minando las fuerzas, el ánimo, las ganas de cuidarse, de relacionarse, de vivir y entonces solo queda sobrevivir o morir. Sobre la soledad hay diccionarios enteros de opiniones y datos. Una opinión: Mariano Sigman, neurocientífico dice, “La soledad es tóxica, tener con quien hablar es un enorme paracaídas para la salud”. Un dato: 6,5 millones de personas viviremos solas entonces, según el INE. Pero ¿qué es la soledad?, ¿cómo se evita o resuelve?, ¿qué repercusiones tiene? Estos son asuntos difíciles de verdad, sobre ellos sobran las opiniones y datos y faltan las sabidurías y soluciones, por eso, algunos estados de soledad acaban en un síndrome de Diógenes. Hace algunos años era una verdadera rareza, hoy salen en la tele viejos decrépitos rodeados de basura y animales; viejas medio enterradas en trastos y suciedad. Pero, la cuestión es, ¿por qué se llega a ser un Diógenes? Esta es la verdadera “soledad maligna”, una especie de cáncer que le crece a la naturaleza sociable de los seres humanos, y que arrasa las buenas costumbres, la salud y la vida. Contra esa soledad maligna solo hay una solución: la compañía. Pero ¿qué es la compañía y cómo se acompaña a alguien? De todo ello hablaremos en este video podcast que es duro, pero revelador y atinado con el problema de la soledad en la sociedad de las comunicaciones. 🎙️ Escucha el podcast en todas las plataformas de audio linktr.ee/SaludMentalVideoPodcast