
En 1977 el gobierno militar secuestra a Laura, la hija de Estela. Estela salió a la calle a exigir la aparición con vida de su hija y, después, de su nieta. Allí encontró otras mujeres que, como ella, también buscaban a sus hijos y nietos. Así se formó Abuelas de Plaza de Mayo que, hasta el día de hoy, luchan por la identidad y memoria de toda la sociedad argentina. Porque “en todo pueblo que pierde la memoria, lo malo se repite”.