
La ayahuasca, una sustancia usada por los pueblos originarios como parte de su cosmovisión y tradiciones, ofrece posibilidades para el tratamiento terapéutico de condiciones de salud como la depresión o la ansiedad. Sin embargo, sus componentes hacen que en muchos lugares sea interpretada como un narcótico similar a otras drogas ilegales. Su consumo desvinculado de la tradición ancestral o de un debido acompañamiento, hacen que esta práctica se vea más como un asunto recreativo que como una experiencia de sana
Paula Fernández y Alejandra Criollo nos cuentan en este episodio cómo los saberes de nuestras comunidades ancestrales se cruzan con la creación de nuevo conocimiento a partir del método científico. La unión de esos dos discursos, en apariencia contradictorios, permite ahora la exploración de nuevas alternativas de tratamiento.