Para adquirir paciencia.
Para pedir dulzura.
Amor y Respeto al Santísimo Nombre de Jesús.
Para pedir prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias.
Iniciamos el comentario de San Agustín al salmo 50.
Caminamos, juntos, hacia nuestra esperanza.
La mala voluntad no necesita del diablo.
La caridad, fuente de la verdadera paciencia; y la concupiscencia, de la falsa.
Sin la gracia, todos somos injustos.
También los antiguos se salvaron por la gracia y por la fe, antes de la Encarnación.
La gracia es previa a los méritos.
La gracia es previa a los méritos.
¿La concupiscencia procede del mundo o de la mala voluntad?
La verdadera paciencia procede de Dios, que es caridad
La caridad es la fortaleza de los justos.
La voluntad se basta para la injusticia, no para la justicia.
La paciencia, don de Dios.
La paciencia de los justos.
La impaciencia de los donatistas.
Job fue más cauto que Adán.