
Las lesiones más habituales en el deporte suelen ser los esguinces de tobillo, los desgarros musculares (sobre todo en isquiotibiales y gemelos), las tendinopatías del rotuliano y Aquiles, las lesiones de ligamentos de rodilla (como el cruzado anterior), las fracturas por estrés en huesos de pie y tibia, y las luxaciones de hombro. Un buen calentamiento, progresar cargas con cabeza y respetar el descanso ayudan a evitarlas.