Vemos una gran transformación en Moisés, un hombre responsable con el pueblo, un líder que se echa la responsabilidad a la espalda (como se suele decir) y un siervo de Dios, que antes de cualquier otra inquietud, siempre tiene en mente la Gloria de Dios.
¿Por qué Dios eligió a los hijos de Leví? ¿Qué es consagrarse para Dios? ¿Cuál es nuestro primer/mayor amor?
En este apartado, vamos a reflexionar sobre la figura de Aaron, el intento de burlar su responsabilidad y la enorme responsabilidad de conducir o dirigir al pueblo.
Si me obedecéis seréis Mi pueblo nos dice Jehová. Jesús nos dijo que permaneceríamos en Su amor, si guardamos sus palabras. El pecado es una afrenta contra Dios, es a Él contra Quien primeramente fallamos y dañamos - Ser Luz y Sal en esta tierra es nuestro cometido como iglesia, así como ser columna y baluarte de la Verdad. Somos embajadores de Cristo para la exaltación de Su Nombre.
Sobre todos estos temas estaremos reflexionando brevemente en torno a este pasaje de la Escritura
A veces en vez de buscar la voluntad de Dios, para ir tras ella, pretendemos decirle a Dios nuestros sueños y planes, y así oramos, tomando nosotros las decisiones sin contar con Dios, pero tratando que Dios nos bendiga, que bendiga lo que nosotros, por nuestra propia cuenta hemos decidido. Así nos alienta Santiago cuando nos dice que pedimos y no recibimos, porque pedimos mal, pensando en nuestros deleites. Debemos de buscar, orar y procurar la Gloria de Dios, siguiendo el perfecto ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, y someternos a Su Perfecta Voluntad. Así orad, así haced.
¿En qué o quién depositamos nuestra confianza? Eso lo sabremos cuando la adversidad y los contratiempos llaman a nuestra puerta.