1) Consolar: Siempre la Iglesia nos recordará la misión de todo cristiano: ser consuelo, poder acompañar a quien sufre o cometió un error en la vida. Siempre digo que descubrí esa Iglesia en “Alcohólicos Anónimos”, acompañando a un amigo en su proceso, que me puso como su tutor o padrino para esa etapa. Creo que como Iglesia, y como curas, durante mucho tiempo nos pusimos a juzgar y condenar más que consolar y acompañar. Por eso cuando la gente ve algún error o debilidad nuestra, nos la saca en cara; y tienen razón. Basta que miremos una caída para decir: “yo te dije… iba a caer”, en vez de decir: “ayudemos”.
2) Padre Pipo: Quiero contarte una experiencia que viví en Puerto Rico, donde compartí con un gran sacerdote, el Padre Pipo. Me hizo mucho bien conocer su historia. Pues es un alcohólico recuperado, y siempre cuenta su experiencia, y me encantó conocer a este sacerdote a quien admiro. Porque cuenta su experiencia para ayudar, y me encanta escuchar en sus homilías que cuenta desde sus caídas la misericordia de Dios. Porque siempre los curas es como que evitamos contar nuestras miserias, errores o debilidades, porque buscamos que la gente nos tenga en un pedestal y nos vea perfectitos. La otra vez me dijo Pipo: “ya llevo 20 años sin una gota de alcohol”, hasta consagra con mosto (para evitar el vino de misa). Es admirable ver cómo lucha este sacerdote con su debilidad, pero,, desde su debilidad lleva consuelo a su gente. Es allí donde dije: “aquí está lo que Jesús quiere”. Yo, enfermo, ayudo a otros enfermos para que nos levantemos.
3) Resucitar: Volvamos a tener vida. Seamos personas que transmitan vida incluso a los que hoy están muertos en vida. Mucha gente está sin vida porque lo destruyeron socialmente, porque lo difamaron o hasta calumniaron. Hay gente que no tiene ganas de vivir porque lo perdió todo o porque ya no le encuentra un sentido. Proponete transmitir vida con tu cercanía o con tu “¿cómo estás?”, o simplemente decir: “rezo por vos”. Porque al hacer sentir a otra persona que no está sola ya logras que tenga un algo para vivir. Algo bueno está por venir.