
No queremos cerrar este recorrido, sin dejarnos alimentar un poco por la fe y la esperanza. Porque concluimos un año en donde con más crudeza se buscó resolver los conflictos con guerras, y las mismas se prolongan porque cada potencia busca sacar las mayores ventajas y beneficios, sin importar las víctimas y consecuencias humanas. Un año en el que paradójicamente hubo más guerras y más elecciones.