¿Estamos unidos o divididos? La unión es clave para el progreso de la humanidad.
Evaluemos nuestro pasado, razonemos sobre él y proyectemos hacia el futuro.
Como buenos dirigentes debemos marcar la senda del bien y la rectitud.
Formemos relaciones sólidas basadas en el amor y el respeto.
El sentido de los ayunos.
¿Puede afectarnos la maldición de alguien?
Distingamos a los verdaderos líderes y no nos dejemos manipular por sus ambiciones de poder.
Es muy importante saber a quién escuchar y mantener la esperanza.
Iluminemos a nuestro alrededor en la senda del bien. No impongamos, dejemos el ejemplo.
Antes de encarar un proyecto, evaluemos con qué contamos y cuáles son nuestras posibilidades reales de concretarlo.
No se puede vivir con libertad sin ley.
Aprovechemos nuestras verdaderas capacidades.
Aquel que hace el bien por el bien en sí, entiende que el mundo tiene un sentido y por ende hay un Creador.
La felicidad en sí tiene que ver con hacer actos con sentido, con propósito.
La fe debe estar basada en conocimiento y no en fantasías.
Para contestar esta pregunta primero debemos comprender la diferencia entre creencia y fe.
Pésaj es la fiesta de la libertad y sin embargo hoy en día seguimos esclavizados a presiones sociales.
Las revoluciones positivas no nacen de grandes poderes, sino de la buena gente que, día a día, trabaja por un mundo mejor. Todos podemos ser esa fuerza de cambio.
Que cada uno de nosotros encuentre la fuerza para ser un agente de cambio positivo en el mundo.
El judaísmo está vivo. No es solo una tradición del pasado, sino una guía que nos acompaña en nuestra vida cotidiana, llena de propósito y significado.
Que vivamos nuestras tradiciones con alegría y compromiso, haciendo que sean parte de nuestra vida diaria.
Justicia, rectitud y honestidad. Estos son los valores fundamentales para construir una sociedad justa y armoniosa.
Que nuestras acciones siempre estén guiadas por la justicia y la honestidad.