En Portugal, colgar la bandera es casi como poner la cafetera: se hace todos los días y con orgullo. Da igual si es martes o si llueve, la bandera portuguesa ondea en los balcones como si fuera parte del mobiliario urbano.
En cambio, en España… bueno, en España sacar la bandera puede ser más polémico que discutir de política en Nochebuena. Solo hay dos momentos en que se permite con entusiasmo nacional: en la Eurocopa o en el Mundial. Y aun así, cuando termina el partido, la bandera desaparece más rápido que el Wi-Fi en casa del pueblo.
En este episodio de Portuñoles, dos portugueses comparan las playas de Portugal y España:
En Portugal, nadie lleva silla, te sientas en la toalla y listo; en España, parece una mudanza: sillas, sombrillas y neveras con ruedas.
El topless portugués es discreto y en zonas contadas; en España, es como el aire: está en todas partes.
Y mientras en Portugal la playa huele a bolas de Berlín, en España el carrito de dulces aparece como un milagro con campanita incluida.
Mismo mar, distinto guion.
En este capítulo de Portuñoles, dos portugueses intentan entender por qué en España la gente come cuando en Portugal ya estamos fregando los platos, y cenan cuando nosotros ya estamos soñando con pastéis de nata. ¿Cómo puede ser que vivamos tan cerca y tengamos costumbres tan distintas? Hablamos del desfase horario más famoso de la peninsula, entre chistes, comparaciones imposibles y el eterno dilema: ¿es tarde o somos nosotros los que vamos con prisa? Porque en el fondo, portugueses y españoles somos como primos en una comida familiar: nos queremos mucho, pero no entendemos nada de lo que hace el otro.
Este no es un podcast cualquiera…
Son dos portugueses infiltrados en España que, en vez de montar un chiringuito, se montaron un micro.
¿El plan? Analizar (con cero rigurosidad científica) todo lo que separa (y une) a Portugal y España:
tradiciones, cultura, idioma, vecinos ruidosos, bacalao, siestas, banderas y discusiones sobre si se dice “vosotros” o “vocês”.
¿Somos iguales? ¿Diferentes? ¿Compatibles como jamón y pastel de nata?
La respuesta… probablemente no esté aquí. Pero las risas, sí.
Bienvenidos a PORTUÑOLES.