No eres tan importante (y eso es liberador)
A veces creemos que todo lo que la gente hace es por o para nosotros y no.
La verdad es que la mayoría de las veces, la gente actúa desde sus propias heridas, miedos o límites. No lo hacen para herirte.
Si últimamente todo te ha estado doliendo un poquito más de la cuenta por tomarte las cosas personal, este episodio es para ti.
Es un abrazo que dice: "No todo gira en torno a ti" y eso te puede dar muchísima paz.
Hay momentos en los que simplemente ya no puedes más.
Te cansas, te hartas, te rompes y aunque duela, ese es el verdadero inicio.
Este episodio es una invitación a no huir de la crisis, sino a permitirte colapsar, perderte, dudar, sentirte confundida, porque muchas veces es justo ahí donde nace tu versión más
El poder de la incomodidad nos hace tocar fondo, lo cual es un portal para la transformación.
Si hoy te sientes cansada, sin rumbo o a punto de rendirt, este episodio es para ti
Hay historias que no terminan, pero tampoco continúan. Relaciones, decisiones o ciclos que no cierras del todo porque una parte de ti sigue esperando.
Y así, te quedas entre el pasado, imaginando un futuro que no existe.
Una puerta entreabierta no es una opción real, es una energía estancada que revivir a momentos ya no basta, date la oportunidad de cerrarla si ya te da más preguntas que respuestas.
A veces no nos quedamos porque aún queramos… sino porque nos da miedo que todo lo que dimos se sienta perdido. Nos cuesta soltar lo que nos costó. Y eso pesa. Pesa más que el lugar en sí.
Soñamos con algo, lo conseguimos, lo sostuvimos con el alma…
pero llega un punto en el que ya no se siente bien.
Y entonces, en lugar de soltar, nos aferramos. No por amor, sino por culpa.
Por no “tirar a la basura” todo el esfuerzo, el tiempo, la entrega.
Este episodio es una conversación honesta con ese miedo.
Una reflexión para quienes saben que ya no son las mismos,
pero aún no se atreven a dejar atrás lo que un día quisieron.
Soltar lo que te costó no es fracasar. Es reconocerte, es no seguir donde ya no te reconoces y permitirte empezar otra vez desde la verdad de quien eres ahora.
Sí sientes que todo está revuelto y no sabes por dónde empezar, este episodio es para ti.
No necesitas tener la vida bajo control, solo elegir una cosa para ordenar hoy.
En menos de 20 minutos, te comparto pasos simples y reales para poner en orden tu espacio, tu mente, tu rutina y tu energía… sin culpa ni prisa :)
¿cuándo fue la útlima vez que hiciste algo por primera vez? Esta es una invitación para hacer algo por primera vez esta semana :)
¿Y si lo que te estás perdiendo no es por falta de tiempo, sino por ir demasiado rápido?
Ojo con vivir con el acelerador a fondo, no vinimos a correr a esta vida.
A veces las decisiones cotidianas parecen complicadas, pero en realidad, siempre estamos eligiendo entre dos tipos de dificultades: la que viene de hacer algo y la que viene de no hacer nada y enfrentar las consecuencias. Eso que hoy vemos como "dificultad" puede ser una gran bendición y privilegio que no estamos valorando.
Tal vez no viví esas vidas, pero hoy elijo ser una mezcla de ellas.
Platiquemos un poco de la importancia de vivir plenamente el presente, dejando de lado la idea de que "lo mejor está siempre por venir". Reflexionemos sobre cómo la gratitud por lo que tenemos hoy puede transformar nuestra perspectiva y ayudarnos a conectar con la belleza del momento. Un recordatorio de que el futuro es incierto, pero el presente es un regalo que vale la pena valorar y el pasado agradecer.
La perfección no existe, pero para mí es esta expectativa que le ponemos a las cosas o al resultado esperado.
Que hoy tu objetivo no sea la perfección, sino el progreso. El verdadero progreso está en tomar acción, aprender y seguir haciendo.
¿Qué promedio tienes? Y aún mejor, ¿qué aportas tú para el promedio de los demás?
Todo es un intercambio, toma conciencia y elige con quien compartirte.
Gracias por estar aquí.
¿Cuántas veces fallamos en el intento por cumplir todos nuestros propósitos de año nuevo? Te comparto lo que haré este 2023 para no fracasar en el intento y veamos cuántas metas logro palomear.
Queriendo sentirme exitosa solo lograba sentirme frustrada y cuando por fin cumplía mi meta, el éxito me era efímero. Hoy te cuento como logré reconciliarme con esa palabra y hacerla parte de mi día a día.
Crea tu plan de acción, avanza hacia tus metas y reconoce el camino recorrido.