
Lore nos cuenta cómo creció escuchando de Dios, pero sin sentirlo cercano. Su vida parecía avanzar como la de cualquiera, hasta que una relación tóxica y un vacío interior la empujaron a buscar algo más. En ese proceso, descubrió que lo que necesitaba no era religión, sino una relación real con Dios llena de propósito y promesas.