
Viri vivía rodeada de malas amistades, estupefacientes y desesperanza. Después de varios intentos de quitarse la vida y una experiencia traumática que la puso en peligro, pensó que no había salida. Pero ahí, en lo más oscuro, Dios la encontró, la rescató y la restauró. Hoy, vive protegida, amada y casada con un hombre que refleja el amor de Dios y ella con un corazón dispuesto a servir a Aquel que la salvó.