
En una de las esquinas más silenciosas del Museo del Prado, una figura solitaria nos observa desde el vacío. No hay héroes, no hay historia, no hay consuelo. Solo un perro... y el abismo.
En este episodio nos adentramos en uno de los cuadros más misteriorsos y conmovedores de Francisco de Goya. Un viaje profundo, íntimo.