
A 36 mil pies y a un año lejos de ti sé que te sigo amando, más no me atrevo a buscarte, tampoco a llamarte o desbloquear tus redes, es que nos hicimos tanto daño que en el recuento de los mismos ni tu ni yo salimos bien librados, cicatrices han quedado y aún duelen, aunque ya no sangren.