
La Carta del Consejo
El asunto que tanto confundía los corazones de varias comunidades ahora se ve resuelto. La comunidad aprendió tanto en el proceso y en el camino. Aquí vamos a meditar una escena que concluye con la decisión definitiva de Jerusalén, pero lo importante no es una decisión sobre el tema de circuncisión, sino como la comunidad creció cuando todos tenían la posibilidad de contribuir hacia el proyecto común. En vez de encerrarse cada uno en su ideología, cada quien se dejó conformar una vez más la mente al corazón de Cristo, donde todos caben.