
Hay momentos en los que la calma parece lejana, casi imposible. Días en los que el cuerpo está tenso, la mente agitada y el corazón lleno de ruido. Y sin embargo, incluso ahí, podemos recordarnos algo importante: la calma no siempre llega sola, pero siempre puede sembrarse.
En este episodio te invito a mirar a la calma no como un estado ideal al que debemos llegar, sino como una práctica que se construye, poco a poco, desde dentro. Hablamos de lo que implica cultivarla incluso cuando no aparece de forma natural, de cómo sostenernos en los días turbulentos y de qué herramientas pueden ayudarnos a volver una y otra vez a ese lugar interno donde podemos habitar con más presencia y suavidad.
Ojalá este episodio te dé permiso para dejar de exigirte estar bien todo el tiempo, y te acerque a una forma más amable, real y profunda de estar contigo.
Toda la información al retiro calma creativa puedes encontrarla haciendo click aquí.
Nos encontramos en el próximo episodio 🤍
Lourdes.