
¡Hola de nuevo, soy Gloria Cano y me alegra darte la bienvenida a #ParayRespira!
En nuestro episodio anterior, comenzamos a explorar cómo suavizar la voz de nuestro crítico interno trabajando con nuestros pensamientos. Hoy, vamos a complementar ese enfoque con una mirada "de abajo hacia arriba", es decir, vamos a trabajar con nuestro cuerpo para liberar la energía de la vergüenza y cultivar sensaciones de confianza.
A veces, por más que intentemos razonar con nuestros pensamientos, nos sentimos atrapados en esa espiral negativa. Es en esos momentos cuando recurrir a la sabiduría de nuestro cuerpo puede ser increíblemente liberador.
Nuestro cuerpo guarda las huellas de nuestras emociones, y la vergüenza tiene una forma muy particular de manifestarse físicamente.
Cuando nos sentimos avergonzados, nuestros cuerpos tienden a moverse de maneras muy predecibles. Imagina a alguien que siente mucha vergüenza: ¿cómo se ve? Generalmente, nos contraemos, nos hacemos más pequeños, como si quisiéramos desaparecer. La espalda se encorva, la barbilla baja, la mirada cae, evitamos el contacto visual. Hay una sensación de querer encogerse, de esconderse del mundo porque no nos sentimos bien, nos sentimos vulnerables.
Hay un término muy interesante, aunque sea una palabra inventada, que un maestro de la Experiencia Somática compartió, llamado "posturitud" (una mezcla de postura y actitud). Se refiere a cómo nuestra postura y la forma que adopta nuestro cuerpo reflejan cómo nos sentimos por dentro, nuestra actitud interna y lo que sucede en nuestro sistema nervioso. Hoy vamos a jugar con esta idea.
El enfoque "bottom-up" o "de abajo hacia arriba" nos invita a usar el cuerpo como puerta de entrada para influir en nuestro estado emocional y mental. En lugar de solo tratar de cambiar el pensamiento, cambiamos la postura, movemos el cuerpo, y observamos cómo eso impacta nuestra experiencia interna. Vamos a explorar cómo podemos liberar la energía de la vergüenza y cultivar la confianza a través de un simple, pero poderoso, movimiento postural.
Te invito a que encuentres un lugar donde puedas moverte un poco, preferiblemente sentado.
1. Conecta con la "Forma de la Vergüenza" (Muy Sutilmente)
2. Inicia el Movimiento Opuesto (Desde el Corazón)
3. Pendulando entre las Formas
Este ejercicio de trabajar con la "posturitud" de la vergüenza y la confianza nos muestra cómo podemos influir directamente en nuestro estado interno a través del cuerpo.
Al practicar conscientemente la postura de la confianza, no solo cambiamos nuestra fisiología momentáneamente, sino que también empezamos a recablear las respuestas de nuestro sistema nervioso, haciéndonos sentir más capaces de habitar esa sensación de autoaceptación y valía.
Espero que te sientas un poco más reconfortado internamente y listo para ser un poquito más amable contigo mismo hoy. Este trabajo de salir de la vergüenza y abrazar nuestra valía es un camino, y cada pequeño paso cuenta.
Gracias por tu valentía al explorar estos temas en #ParayRespira.
Y recuerda, tu cuerpo tiene una sabiduría inmensa.
¡Hasta la próxima!