
¿Por qué hablar de Dante, siete siglos después?
Porque su Divina Comedia no es solo un poema: es unmapa del mundo, un gesto político y una revolución de la lengua.
Dante se animó a escribir en el vulgare, se animó aponer en el infierno a papas corruptos, se animó a hacer de la poesía un actode resistencia.
Y mientras escribo mi novela Octavo círculo, su ecoestá conmigo.
Porque el infierno de Dante no quedó en la Edad Media:lo seguimos recorriendo hoy, en nuestras palabras, en nuestras luchas, ennuestras vidas.
Muy pronto voy a contarles más. Pero ya saben: loscírculos siempre vuelven.