
Noviembre de 1979, Motril. Un único caza Mirage F1, pilotado por Miguel Lens Astray, despega para interceptar un objeto desconocido que aparece en los radares.
Mientras Lens Astray maniobra en el cielo nocturno, la radio militar transmite algo inexplicable: voces de niños diciendo, una y otra vez:
“Hola… ¿cómo estás? … Hola… Hola…”
El expediente oficial registró lo ocurrido, pero nunca dio una explicación. Aquella noche se convirtió en uno de los incidentes más extraños de la ufología española.