
Si estás esperando que la buena suerte te sonría, quizá lo primero que llegue a tu puerta es el cheque de tu liquidación. Conoce una Ley que nunca ha sido abolida y con la cual tienes que vivir, te guste o no, así que vale más que la uses en tu propio provecho. Te sentirás muy feliz de haberla conocido y saber lo que puedes hacer con ella.