
Esta semana tus tíos favoritos se pusieron en modo piojo extremo —y no, no porque Toñito ande sin bañarse— sino en ese plan tacaño que ya da entre risa, pena ajena y coraje. Nos platicaron de esas joyitas cuando les tocó ver a un piojo en su hábitat natural (captado en cámara) y hasta confesaron las veces en que ellos mismos se convirtieron en un señor piojo. Desde un piojo que sacaba a sus hijos de la escuela para no gastar en pasajes, hasta un Morro que no es el Morro pero es de pocas palabras como el Morro, acompáñanos a disfrutar un capítulo más de: ¿Nos echamos uno?