¿No es curioso cómo funcionan las modas? Cuando los kicks estaban en el pico de la popularidad, nos quejábamos de los precios exorbitantes en reventa, del backdoor, de que las compañías producían mucho menos producto para mantener ese halo de exclusividad intacto, peeeero cuando a ti te tocaba ganarte el par de tenis, la felicidad era indiscutible, se olvidaban las horas en la fila, la incertidumbre. ¿Entonces qué cambió?
Si entendemos perfecto la cacería por un producto popular y limitado ¿por qué nos hace tanto ruido el alboroto provocado por Dandy Hats en el Fever o por New Era y su colab con Born X Raised?
Las respuestas son muchas, pero parece que la capacidad de entender algo tan simple se convirtió, oh la ironía, en el señalamiento favorito de los señores enojados porque los morros se volvieron locos por un lanzamiento de una marca de gorras.