Cuando Sara Jaramillo klinkert tenía 11 años, asesinaron a su padre en esa Medellín hiperviolenta de los 90s. Aunque su familia asumió ese dolor con mucha fortaleza, fue inevitable que la tristeza y el caos marcaran su vida. De repente, su madre tuvo que hacerse responsable no solo de Sara, sino también de su hermano mayor y de sus hermanos trillizos, que apenas tenían cinco años.
En su círculo cercano se habló muy poco de lo ocurrido, pero el tiempo le permitió a Sara entender que los libros fueron su refugio. La muerte de su padre,aunque dolorosa, forjó su carácter, creó las condiciones para que, a los 23 años, decidiera salir del país, escapando de una realidad que la tenía desgastada y además, fue la historia de su primera novela.
“Cómo maté a mi padre” no solo fue su debut como escritora, sino que, sin proponérselo, fue una catarsis personal de ese duelo pendiente que llevaba a cuestas y que conquistó a muchos lectores.
@sarimillo