Isabella Pérez emigró a China con sus padres y su hermano mayor cuando tenía apenas 6 años. Llegaron a un pueblo pequeño donde eran los únicos extranjeros y para todos fue un proceso de adaptación difícil. Tuvieron que enfrentar barreras lingüísticas y culturales mientras alternaban la vida escolar con una dinámica laboral exigente en un país lejano y sin red de apoyo. A sus 17 años Isabella viajó a Estados Unidos donde se formó como diseñadora gráfica, pero su pasión por la moda la llevó de vuelta a China para especializarse en ese campo. Su trabajo como diseñadora de modas destaca por una propuesta que fusiona fibras textiles colombianas con memorias de su infancia, creando piezas que cuentan historias con un fuerte sentido de identidad cultural. Este enfoque innovador y profundamente auténtico le permitió ganar el reconocimiento como Diseñadora del Año y obtener el segundo lugar en una prestigiosa competencia de alto nivel en Shanghái.
A sus 23 años se prepara para debutar en Milán y seguir enriqueciendo su trayectoria como una diseñadora emergente que conecta la ancestralidad con el vanguardismo para llevar la moda Colombiana a otro nivel.
@isabellaperezl