
La parábola del buen samaritano fue contada por Jesús de Nazaret en respuesta a la pregunta de un experto en la ley que quería saber quién era su prójimo. El contexto histórico y cultural en el que se desarrolló esta historia fue el de la Judea del siglo I d.C., que estaba bajo el dominio del Imperio Romano y con una población diversa compuesta por judíos, samaritanos y gentiles.