
Lorena ya es historia, aún más, es leyenda. La huella que dejó es profunda e imperecedera. Ha inspirado a generaciones completas de jóvenes golfistas para que aspiren a logros gigantescos como los que ella consiguió. Por ese camino vienen Gaby López abriéndose paso inspirada por la trayectoria de Lorena y así lo reconocen también los golfistas Carlos Ortiz y Abraham Ancer.
En su libro Soñar en Grande, editado por Grijalbo, Lorena deja este mensaje “el talento no es suficiente para alcanzar nuestras metas, se requieren disciplina, ética, apoyo de seres queridos y mucho esfuerzo para afrontar los desafíos y triunfar”.
Sus triunfos enormes en las giras internacionales de golf le permitieron conseguir trofeos, admiración y fortuna. Algunos de esos triunfos eran premiados por un millón de dólares. Donó cien mil dólares a las causas de los desamparados por las inundaciones en Tabasco. Fundó el Centro Educativo La Barranca para asistir a niños y jóvenes de escasos recursos y creó el torneo Lorena Ochoa Foundational Golf.