
Quedamos que procederíamos a la GRAN TRANSFORMACIÓN de nosotros mismos y para ello habríamos de llevar a cabo la aplicación diaria de 14 hábitos, ¿lo recuerdas? Se trata de un hábito cada semana y su aplicación diaria es muy sencilla: escribiremos lo que nos proponemos en tres papelitos, uno lo pondremos en el espejo del baño, otro en un lugar visible de nuestro trabajo y el tercero lo guardaremos en nuestra bolsa, donde podamos recordárnoslo durante el día.
Nuestro primer hábito por fomentar es el de PRACTICAR OPTIMISMO DIARIO. La raíz de la palabra nos lleva, según el diccionario, a “la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable”. Se ve sencillo, pero no lo es. Hay impulsos de nuestra naturaleza que nos conducen por distintos senderos, para siempre ver “el aspecto más favorable” necesitamos ejercitarnos y acendrar este hábito.