
El Abierto Mexicano de Tenis 2022 celebrado en el recién estrenado estadio GNP en Acapulco nos ha dejado dos ejemplos ilustrativos sobre el manejo emocional: por un lado, el fabuloso control de Rafael Nadal y por el otro el vergonzoso desempeño del número tres del mundo tenístico, Alexander Zverev.
Nadal ha demostrado en toda su trayectoria tenística un comportamiento ejemplar, bajo la tutoría de su tío Tony Nadal recibió en todo momento lecciones de humildad y control, como el mismo Rafa declaró a los medios deportivos nacionales: “perfecto, en ningún sentido lo es nadie, todos cometemos errores, lo importante es que no sean muy grandes y no repetirlos. He tenido mucho éxito y sería muy desagradecido si tuviera una actitud más negativa de la cuenta o romper raquetas. Hay que valorar la suerte que tenemos, ésta es una premisa que siempre he tenido presente y supongo que recibí este tipo de educación en mi casa cuando era pequeño, ciertos valores potentes que al final se quedan el resto de tu vida”.
Al Abierto Mexicano de Tenis Alexander Zverev llegó clasificado en el tercer lugar mundial, por arriba de Rafael Nadal, que estaba clasificado en cuarto, y contaba con los números a su favor para convertirse en campeón del Abierto. Todo iba muy bien para él, hasta que en uno de los encuentros recibió una decisión contraria a su punto de vista, lo que Zverev consideró un punto correcto el juez de silla dictaminó que estaba afuera y por tanto no era válido. Esto fue suficiente para que explotara y golpeara con su raqueta el asiento del juez.
El mal comportamiento de Zverev le valió la expulsión y por tanto su eliminación del torneo, además de una multa de 40,000 dólares.