
En 2022 la Selección Mexicana de Futbol pasó por momentos muy difíciles para calificar al Campeonato Mundial de Qatar. Las críticas de cronistas especializados no se hicieron esperar.
Durante el partido frente a Honduras los futbolistas mexicanos lucieron su irresponsabilidad. Su manera de trasladar el balón en la cancha y su lento deambular reflejaban apatía y pérdida de compromiso. No mostraron interés en jugar a lo grande, como sí lo hacen en sus respectivos equipos profesionales. Claro, allí devengan los grandes sueldos.
Los jugadores convocados a jugar en este partido fueron los mejores que tiene a su disposición el seleccionador, estaban en la cancha, pero no se coordinaban bien, no llegaban a la portería contraria, no alcanzaban pases en profundidad con fuerza suficiente como para derrotar pronto al enemigo. Al final, a balón parado, lograron el gol que les dio el triunfo.
Ahora bien, si tienes en la cancha a los mejores jugadores disponibles, ¿son ellos los responsables de su accionar? ¿deben motivarse a sí mismos para salir triunfantes? ¿basta con ponerlos en la cancha y que ellos jueguen de la mejor manera?