Llegar a donde comenzó todo, relacionarnos con los objetos íntimos de José Gregorio, descubrir el nombre del libro en una de sus cartas, entender que la fe es infinita y se sigue multiplicando. Este viaje cierra un poderoso ciclo creativo de fotos, manuscritos e inspiración. Una ofrenda íntima para seguir sanando.
España era nuestro último país a visitar en esta gira europea gregoriana. Nuestro beato habia estudiado con el Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal y resultaba difícil rendirle homenaje en una fotografía que expresara la admiración y agradecimiento hacia su maestro. Anclamos la imagen del señor del sombrero en un mirador emblemático de la ciudad y por supuesto en la Puerta de Alcalá.
Entrar a la facultad de medicina en París, recrear una foto en un emblemático café, caminar por el arco del triunfo y la torre Eifel a más de 40 grados, entrar imaginariamente en una pintura...
Fueron algunas de las cosas que conforman otra especial aventura para recrear este viaje de José Gregorio Hernández.
Caminar por La Toscana con 40 grados vestido de saco y corbata, intentar entrar al monasterio donde estuvo José Gregorio bajo el nombre de Fray Marcelo, descubrir sus archivos personales en el colegio Pío Latinoamericano en Roma, subir a una escultura en El Vaticano para hacer fotografías, son solo algunas de las aventuras que vivimos recorriendo su bitácora de viaje en Italia.
Coro nos recibió con el calor del sol y el calor humano de dos anfitriones muy especiales. Dos "enviados" qué parecían tener una misión antes de partir de este plano. Nuestro Gregory lucho contra el viento, en una aventura que retaría nuestra creatividad para completar nuestra bitácora de viaje.
Una serie de situaciones nos llevaron a un sitio icónico donde también estudio José Gregorio: New York. En este episodio les comparto experiencias que parecen escritas para una película de ciencia ficción en la gran Manzana.
¿Un José Gregorio anfibio?
En nuestra imaginación era posible que el señor del sombrero pudiera nadar debajo del agua con traje y corbata.
José Gregorio estaba tan presente en el imaginario colectivo, que el "estado líquido" parecía la única manera para permear aún más en nuestras vidas sanando y protegiendo. Aquí les cuento sobre nuestra aventura en Los Roques.
¿Que tienen en común un chaman pemón y un actor psicólogo?
Había un solo lenguaje que los dos entendíamos y hablábamos con absoluta claridad: el lenguaje de la fe. Aquí les comparto sobre este encuentro en el pueblo de Canaima y de cómo José Gregorio se encargó de mostrarnos en sueños lo parecidos que somos a pesar de nuestras aparentes diferencias.
¿Que sentirías si al estar orando con mucha fe en la iglesia, al abrir los ojos te encontraras con el beato parado frente a ti?Haciendo fotos de Gregory en el nuevo sepulcro de José Gregorio Hernández nos sucedió algo inesperado. Aquí les dejo los detalles de una especial e inolvidable experiencia.
Fui convocado por la Directora de Orquesta Elisa Vegas a participar como actor en el acto de Beatificación de José Gregorio Hernández. Una serie de "causalidades" se revelaban una vez más ante mí, mostrándome como mi hermana Serge me había guiado hacia Grego, cerrando este sanador y transformador ciclo de arte y fe.
Lo que nunca imaginábamos, estar presentes en la exhumación de José Gregorio. Una ceremonia que marcaba el comienzo de la beatificación. Eventos que parecían aislados en nuestras historias personales, comenzaban ahora a tener sentido, al tener el privilegio de apreciar la osamenta de Gregory.
La pérdida de mi hermana Serge por covid, me llevó a una gran depresión y a cuestionar mi fe. "Me peleé" con José Gregorio, hasta que me encontré con una foto que habíamos hecho meses atrás, explorando la impotencia de Gregory durante la peste española. Un mensaje contundente para hacerme entender, que debía seguir contando la historia.
El último día del primer año de pandemia en Caracas. Quisimos recorrer la ciudad durante las 24 horas del 31 de Diciembre con la figura de José Gregorio para dar un mensaje de sanación y paz. Gregory deambulando por las calles sorprendiendo gratamente a creyentes y no creyentes.
El José Gregorio de mis sueños, el que interpreté en el teatro, por primera vez, bajaba del escenario y recorría nuestro territorio. Gregory se mojaba los pies a la orilla de la playa, en armonía perfecta con la naturaleza, contemplando el atardecer en la Isla de Margarita para quedar registrado en poderosas imágenes.
Parece que todo lo que nos pasó a Mauricio Donelli y a mí con José Gregorio Hernández antes de encontrarnos, ya estaba escrito.
Dos artistas sumamos nuestros talentos para honrar a uno de los venezolanos más generosos de la historia.
Una mañana cepillándome los dientes, experimenté la certeza absoluta de que todo lo que me pasaba era para hablar sobre José Gregorio Hernández, a través de mis talentos como actor. Una experiencia dolorosa se convirtió en una pieza teatral dirigida por Miguel Issa.
El inicio de un viaje, la enfermedad como punto de partida para la transformación física y espiritual. El recorrido hacia lo más profundo del alma, haciendo contacto con un espacio de fragilidad para evolucionar.
Contar nuestra historia puede sanarnos y sanar a otros. En esta segunda temporada, te doy mi testimonio de cómo momentos muy oscuros y difíciles se convirtieron en poderosos aprendizajes a través del arte.
Acompañame...!
Julio Castro, un exitoso consultor, nos regala en esta entrevista su testimonio de rehabilitación de una profunda adicción a las drogas.
Una historia inspiradora de posibilidades y alternativas.
Nos han educado para evitar y condenar el fracaso. La cultura del éxito nos ha convertido en grandes dolientes de las frustraciones y los errores que son tan comunes y esperables en nuestras vidas. En este episodio te invito a resignificar el fracaso, capitalizando sus poderosas revelaciones e integrándolas en nuestro desarrollo personal.
