La unidad abre paso al poder de Dios. Cuando cada uno cumple su parte, Su voluntad se cumple y Su nombre es exaltado.
Aunque te sientas cansado(a), la victoria ya es tuya. Dios pelea por ti, y Su palabra garantiza que ningún enemigo podrá prevalecer
No es tu fuerza la que te da la victoria, sino el poder del Espíritu de Dios que pelea por ti. Aprende a dejar que Él sea quien dirija la batalla.
Cuando dos o tres se unen en oración, el Cielo responde. Descubre el poder que se desata cuando oramos juntos por una misma causa.
A veces el cansancio nos vence, pero Dios tiene un plan: rodearnos de manos que sostienen, y renovar nuestras fuerzas cuando ya no podemos más.
Jonás huyó del llamado, pero la gracia de Dios lo alcanzó en lo profundo. Su historia nos enseña que nunca es tarde para obedecer y volver a empezar.
Ezequías enfrentó la muerte, pero la oración cambió su historia. Dios escucha, sana y da nuevas oportunidades a los corazones que confían en Él.
De esclavo a hermano. Onésimo descubrió que en Cristo no hay pasado que defina tu futuro. Dios transforma la culpa en propósito.
Juan el Bautista fue una voz que preparó el camino del Señor. Su historia nos recuerda que el propósito de Dios siempre vale más que la aprobación del mundo.
Dios eligió a una joven sencilla para cambiar la historia del mundo. María nos enseña que el poder de Dios se manifiesta en los corazones dispuestos.
Timoteo era joven y tímido, pero Dios lo llamó a liderar con valentía. Descubre cómo el amor y la afirmación de Dios transforman la inseguridad en propósito.
Sansón perdió su fuerza, pero no su propósito. Aun en su caída, Dios le dio una segunda oportunidad para cumplir su misión.
De temeroso a valiente. Gedeón descubrió que cuando Dios pelea por ti, los números y las probabilidades dejan de importar.
Jefté fue rechazado por su familia, pero elegido por Dios. Su historia enseña que quien fue despreciado puede convertirse en libertador.
Aarón luchó con la inseguridad, pero Dios lo transformó en Su voz ante Faraón. Cuando obedeces, tu debilidad se convierte en tu mayor testimonio.
Cuando Jesús entra en tu casa, todo cambia. En este episodio vemos cómo Zaqueo pasó de la avaricia a una vida transformada por la gracia.
Jesús rompe las cadenas más profundas. María Magdalena fue liberada por su amor y se convirtió en testigo de su poder.
Dios no solo quiere sanar tu cuerpo, también tu corazón. Naamán descubrió que la verdadera sanidad empieza con humildad.
Jesús se acerca a los corazones rotos para llenarlos de vida. La mujer samaritana pasó de rechazada a mensajera del amor de Cristo.
Dios puede convertir tu dolor en propósito. En este episodio, hablamos de Ana, una mujer que pasó de la esterilidad al gozo de ver la promesa cumplida.