
Muchas veces, sin darnos cuenta, idealizamos a las personas. Les damos un lugar tan alto en nuestra vida que dejamos de verlas tal como son, y terminamos decepcionándonos cuando no cumplen esas expectativas irreales. En este capítulo hablamos de por qué idealizar puede ser tan dañino para las relaciones y para nosotros mismos, cómo identificar cuándo estamos poniendo a alguien en un pedestal y qué hacer para aprender a ver a las personas —y a nosotros mismos— con más realismo, empatía y equilibrio. 💗