Muchas veces creemos que solo tenemos una buena versión, una regular y una mala… pero la verdad es que somos mucho más que eso. Cada día, cada experiencia, cada actitud nos da una nueva versión de nosotros mismos. Lo importante no es evitar la mala versión, sino aprender de ella y no quedarnos atrapados allí. Hoy quiero invitarte a descubrir que tu mejor versión no es un destino, sino una elección que puedes tomar aquí y ahora.
Hoy puedes dar un paso… hacia la tristeza o hacia tu mejor versión. La clave está en enfocar tu mente en lo que tienes, no en lo que falta. Agradece, valora y verás cómo donde antes había muros, ahora hay puertas. Decide estar bien… y el día se transformará.
No tengas miedo a sentirte así, vívelo, la respuesta la sabes, el remedio tú mismo lo has realizado, no te aferres a esta emoción y anímate a seguir hacia delante, esa es la una acción y opción correcta.