
¿Alguna vez has sentido que no te escuchan, que te culpan sin razón o que no tienes derecho a defender tu verdad?
La herida de injusticia se origina en la infancia cuando una persona siente que no fue tratada con equidad, que fue ignorada o que no se le dio la oportunidad de defenderse. Y aunque el tiempo pasa, esa herida sigue influyendo en cómo nos relacionamos, cómo nos vemos y cómo enfrentamos la vida.