Hace un par de décadas atrás, cuando solo teníamos los mensajes de texto para decirle algo a alguien sin necesidad de llamarlo, presionar el botón de enviar SMS era una decisión difícil de tomar y nos encontraba completamente contrariados. Con los proyectos pasa lo mismo, si no presionas el botón que dispara toda la acción, nunca sabrás qué va a pasar. ¿Te ha pasado lo mismo? ¿Has querido hacer siempre algo, pero justo cuando ya estás por hacerlo se convierte en aquel miedo de apretar ese botón imaginario? Haré un podcast, solos mi timidez y yo: ¿me acompañas a apretar el botón de publicar?