
El Pluma es uno de los tantos personajes que forman parte del paisaje villeguense. Bohemio, inventor, dueño de una gran imaginación. Deportista. Artesano. Escultor. Artista. Deportista. Maestro. El Pluma es en sí mismo, un desafío. Un nostalgioso de lo bueno, un cuidador del legado de sus padres. Un compañero de vida, una media naranja, el padre de Natacha. El mismo hombre capaz de cortar los dientes de un tenedor y agujerear una cuchara para vender "cubiertos para dieta" y de forjar la llave de la ciudad para el presidente Raúl Alfonsín.El Pluma, desde la banda de las mandarinas, hasta hoy.