
“La vida es un chiste: una misteriosa disposición de lógica despiadada para un propósito inútil. Lo más que se puede esperar de ella es algún conocimiento de uno mismo -que llega demasiado tarde- y una cosecha de remordimientos inextinguibles. He luchado contra la muerte. Es la competencia menos emocionante que uno puede imaginarse. Tiene lugar en una grisura intangible, sin nada bajo los pies, sin nada alrededor, sin espectadores, sin clamor, sin gloria, sin el gran deseo de la victoria, sin el gran miedo a la derrota, en una atmósfera enfermiza de tibio escepticismo, sin mucha fe en el propio derecho, y aun menos en el del adversario. Si ésa es la forma de la sabiduría suprema, entonces la vida es un enigma mayor de lo que la mayoría de nosotros supone. Estuve a un paso de la última oportunidad de pronunciarme, y descubrí, de manera humillante, que probablemente no tenía nada que decir. Esa es la razón por la que afirmo que Kurtz era un hombre extraordinario. Él tenía algo que decir.”
Corazón de las tinieblas, Joseph Conrad / Traducción de Jorge Fondebrider / Eterna Cadencia, 2021