Al atardecer, en un pequeño pueblo frente al canal de la Viga, una canoa se acercó y permaneció a nuestro lado por algún tiempo. Un hombre yacía perezosamente en el fondo del barco tocando su guitarra, y las mujeres coronadas con guirnaldas de rosas y amapolas bailaban y cantaban. Diversas tinajas de pulque y platos de barro con tortillas y chile y trozos de tasajo demostraban que la fiesta no había estado exenta de comodidades. Entre otros, interpretaron El Palomo, uno de sus bailes favorito...
Show more...