
Los empresarios mexicanos compiten día a día contra empresas multinacionales que tienen sólidas estructuras de gobernanza que les permiten tener un alto valor agregado y competitivo.
Hoy en día la empresa tiene que operar mas allá de lo suficientemente bueno, casi tener operaciones perfectas y que además están perfeccionándose día a día con los estándares de calidad mas allá de las expectativas del consumidor final.