
La Madurez del cuerpo de Cristo, que es la iglesia, es la meta del ministerio pastoral.
Todas las tareas del pastor y su equipo de liderazgo deben estar dirigidas a esta meta.
Pablo y el resto de los apóstoles lo comprendieron muy bien y así lo enseñaron a los líderes de la siguiente generación: Timoteo, Tito, Filemón, etc