
Evitamos exponernos para no correr el riesgo de equivocarnos, de ser señalados, de poner en riesgo nuestro statu. Buscamos seguridad de una forma que analizada en realidad nos expone a más inseguridad. Aquello que nos hace sentir seguros es finalmente lo menos seguro. ¿Y qué pasa con el talento mientras tanto?