Decir adiós es demasiado complicado para Marta, en este último capítulo ella hace un balance de su experiencia con las anécdotas más divertidas y curiosas que ha vivido durante estas semanas. Además, concluye esta segunda temporada de La Voz de las Luciérnagas con sus reflexiones más íntimas y con todo su aprendizaje.

En este cuarto capítulo, Marta nos muestra con datos las diferencias entre un país como Uganda y cualquier nación europea. Habla además de la sexualidad, de la mentalidad 'instintiva' que tienen en cuanto a las relaciones y de la homosexualidad, hasta hace poco castigada con pena de muerte en el país africano.

Marta cuenta cómo vive la experiencia de visitar en la misma selva a una familia de gorilas de espalda plateada. El día en el que sintió "a partes iguales el peligro de la vida en la selva, y también, a su vez, la belleza de la libertad".

Esta vez Marta visita la comunidad de Kidongo, allí ve casos de pobreza extrema que describe junto con sus sensaciones en este capítulo. "Nunca había sentido el pecho tan encogido. Quería hablar, pero no me salían palabras. Hoy os cuento cómo se ha hecho más palpable que nunca la injusticia de nacer con oportunidades, o sin ellas".

Marta profundiza en la sociedad ugandesa y cuenta el inicio de su viaje. Nos acerca situaciones reales que ha podido conocer gracias a Cooperating Volunteers. Esta vez, conocemos a James, un chico de 32 años que ha adoptado a 17 niños huérfanos.

Marta Fullera nos da un adelanto de la segunda temporada de La Voz de las Luciérnagas con la emoción de quien vuelve al lugar donde ha sido feliz: Uganda. "Cuando pisamos África nuestra mente goza y disfruta del aire que nos entra por la nariz, nos deja olores que ya no recordamos, que ya no percibimos en medio de ese mundo vacío en el que intentamos salir adelante. Por eso vuelvo a Uganda ¿Os subís conmigo en este avión, voy ya a por todas?"

Marta Fullera nos cuenta cómo ha sido su experiencia en un voluntariado que ha hecho en un orfanato en Uganda. En el último capítulo Marta recuerda lo que le ha costado volver a España después de todas las vivencias de este voluntariado.  Además, explica cómo han vivido el coronavirus en el país y denuncia la falta de recursos que tienen.

Marta Fullera nos cuenta cómo ha sido su experiencia en un voluntariado que ha hecho en un orfanato en Uganda. En esta ocasión relata cómo era la vida de los voluntarios fuera del orfanato.

Marta Fullera nos cuenta cómo ha sido su experiencia en un voluntariado que ha hecho en un orfanato en Uganda. En este capítulo nos traslada hasta otro orfanato, uno de niños algo mayores que en los anteriores, allí estos pequeños viven en unas condiciones  bastante deficientes, en cada cama duermen tres niños y en algunas de ellas ni siquiera hay colchones. Aunque lo realmente emotivo es el momento en el que bautizaron a los voluntarios.

Marta Fullera nos cuenta cómo ha sido su experiencia en un voluntariado que ha hecho en un orfanato en Uganda. Explica qué es lo que ha visto y sentido al conocer a los más de 40 niños a los que va a cuidar, asegura que estos niños tienen de todo para cubrir sus necesidades básicas, como ropa y comida, aunque les falta lo básico el cariño y el amor.

Marta Fullera nos cuenta cómo ha sido su experiencia en un voluntariado que ha hecho en un orfanato en Uganda. Recuerda que los únicos requisitos que le han pedido son "ganas de estar aquí, paciencia y mucho amor para los niños". Aunque la estancia es muy diferente a la de España, asegura que eso sería como un hotel de cinco estrellas, con agua caliente y todo.