
En el Corazón, comunidad parroquial en Rauco, Juana Navarro se ha convertido en un símbolo viviente del poder transformador de la fe y la voluntad. Desde su infancia, Juana sintió el llamado a la vida religiosa, y con una determinación inquebrantable, ha dedicado su vida a servir a los demás.
A lo largo de su vida, Juana ha desarrollado y perfeccionado dones que no solo han enriquecido su propia fe, sino que también han fortalecido a su comunidad. Su capacidad para escuchar y acompañar a quienes atraviesan momentos difíciles, su destreza para organizar actividades comunitarias y su habilidad para enseñar la Palabra de Dios son testimonio de cómo, con la voluntad correcta, los dones pueden florecer y multiplicarse en el servicio a los demás.
Juana, comparte su testimonio de fe inquebrantable, desde su juventud hasta su reciente formación como Ministra Enviada, formación laical que imparte la Diócesis de Talca, en Chile. A través de anécdotas conmovedoras, como su experiencia al enfrentar un diagnóstico de cáncer, Juanita, revela cómo su confianza en Dios la ha sostenido en los momentos más difíciles.
Juanita, es un ejemplo claro de que no se necesitan títulos ni reconocimientos para hacer una diferencia en la Iglesia. Lo único indispensable es la voluntad, esa fe que tenemos en nosotros mismos y que nos impulsa a caminar con Jesús. La conversación culmina en una celebración, destacando cómo la fe en uno mismo y en Dios puede transformar vidas y comunidades.