Una felicitación para comenzar la nueva luz de La Vela
La recibimos y la damos. Nos molesta o nos ayuda. Nos hace mejorar o nos hunde. Nos marca caminos y también nos pone barreras. Pero siempre estará presente, en nuestros círculos más cercanos y en los más alejados. ¿Platicamos?
O lo haces, o las consecuencias pueden ser fatales. En ocasiones es forzada, otras es lo más natural. Y desde que nacemos somos expertos en lograrlo, por más difícil que sea.
Hay sucesos que te cambian toda la forma de ver a alguien. Hoy pasó, Hablemos de eso. La mentira mata
Todos tenemos un rincón especial, una guarida, una cueva, un refugio. Ahí donde podemos ser nosotros o hacer lo que nos gusta. Comparte el tuyo con nosotros
Pues el tema da para mucho, así que vamos con lo que se quedó en el tintero el episodio anterior
Enrique y Jimena son rockeros y no lo esconden. Y hoy te invitan a un recorrido por grandes discos en el género.
Pues teníamos pensado episodio, pero el desánimo anda pegando fuerte y decidimos hablar con ustedes de si seguir o no.
Nos ponen lívidos, verdes, amarillos o rojos. Nos hacen sentir que el vacío se aproxima, que lo que queremos nos deja, que se alejan el calor, la alegría y la paz. Y muchas veces ni siquiera son reales.
No, la pandemia no ha acabado. Pero lo que ya comenzó es el regreso a eso que se llama "lo presencial". ¿Qué estamos sintiendo, qué se está haciendo, qué nos faltó todo este tiempo?
Pues gracias a los duendes de internet y sus malas pasadas, tuvimos una segunda celebración del aniversario, porque la primera se nos perdió en el ciberespacio. Gracias por jalar para esta segunda fiesta, la pasamos padrísimo.
Una accidentada felicitación de Navidad para este año. Con nuestros mejores deseos y nuestro agradecimiento, por permitirnos llegar a nuestra segunda Navidad con La Vela.
La película de miedo se nos ha ido convirtiendo en una de misterio. Vamos descartando causas y en vez de sentirnos más seguros, crece la incertidumbre. Siguen los días difíciles, pero acompañados por ustedes se hacen más llevaderos. Una actualización extraña, pero no quisimos quedarnos en silencio.
Pues hoy el enigma no es el tema, sino saber si la familia al completo está en situación pandémica o no. Nuestro primer reporte de hechos con la enfermedad de la abuela y con todos en esa dinámica. No, no somos nadie en especial, es otra historia demasiado común.
Hay quienes se suben a un ladrillo y se marean. Y tal vez el ladrillo sea alto, pero ¿se justifica el mareo? Y detrás de algunos de esos mareados, hay cientos, o miles, o millones, que siguen el ejemplo... aunque el ejemplo no sea muy confiable que digamos. ¿Tú sigues a alguno? ¿Por qué o para qué?
De repente nos encuentran o las encontramos, llegan o las buscamos por mucho tiempo. Pero cuando aparecen y se meten en nuestras neuronas, cambian formas de pensar, actitudes, maneras de vivir, visiones del mundo, de quienes nos rodean o de nosotros mismos. Experiencias de transformación, aunadas al placer de disfrutarlas.
Pues por ponernos a platicar de casas embrujadas, al parecer despertamos a algunos fantasmas y cosas raras en la nuestra, y nos jugaron malas pasadas con algunas cuestiones técnicas, con las que nunca habíamos tenido problemas. Aquí está la versión final en audio de un programa divertido, aunque con algunos sobresaltos. Escúchenlo bajo su propio riesgo.
El azar, el destino, el caos chocando y rebotando, lo inevitable. Casi todos buscamos entender por qué pasan, por qué en ese instante, en ese lugar, converge todo. Cruces, pasos, momentos fugaces que nunca perduran o que siguen por toda la vida. Primera aparición de la chibuabua Mar Montaño, supliendo en algunos segmentos a Jimenova Herranzovitch, semiconvaleciente de su malestar al convertirse en rusa (vacunada con Sputnik V)
Nos encanta ir a gritar, marearnos y aterrorizarnos. Y también hay romance, sudor, largas esperas y sorpresas. La comida suele ser mala, pero hay grandes excepciones. Y siempre será divertido salir agotado. ¿Nos acompañan a la feria?
Son la base de toda nuestra vida en la colonia, el barrio y el pueblo, pero nos los están quitando, a veces sin darnos mucha cuenta. Hablemos de esa invasión silenciosa de los supermercados, que nos empobrece y nos aleja de los demás. ¿Hay defensa? ¿O es inevitable?