
Funcionar con la mente automática es una mezcla de experiencias vividas desde la misma cotidianidad. Quizás, la mente del creyente puede moverse en esa mente automática, pero eso no es sinónimo de posesión demoníaca. Posiblemente si puede estar siendo influenciado o manipulado por los dardos del enemigo a través de falsos maestros, por ello es muy importante distinguir la mente de Cristo y la mente humana.