
En este episodio nos acompañan como siempre la pereza encarnada, Kenneth Sampson y nuestro hater de cabecera, Sergio Soza. Hoy hemos dado con un tema escabroso, el por qué nos encanta convertir el sufrimiento ajeno en entretenimiento ya sea en películas, libros, series, blogs o posts en Instagram. Donde se dibuja la línea entre documentar eventos o situaciones terribles y el simple acto de utilizar el recuerdo indiscriminado de las victimas para monetizar?