
Esta semana Google lanzó Nano Banana, su nueva IA de generación de imágenes, y el golpe a la arquitectura tradicional es brutal. Basta con darle un espacio, una silla y una mesa, y la herramienta no solo compone la habitación completa: si hay un espejo, te genera hasta el reflejo. Un cambio absoluto en la representación de espacios.
En este episodio digo lo que muchos callan: el dibujo a mano ya no es la esencia de la arquitectura, es nostalgia. Nano Banana demuestra que las máquinas pueden pensar la espacialidad mejor que un croquis romántico. Bye bye grafito, hola IA: la profesión cambia y quien no lo entienda, quedará fuera del juego.