
Desde el principio de la creación Dios se ha esforzado en revelar su naturaleza y su carácter al hombre. Siempre se ha mostrado a la humanidad a través de su revelación y a través de sus obras. En la Biblia encontramos indicaciones, nombres o atributos suyos que nos ayudan a entender cómo es Dios y cómo desea obrar en nuestras vidas.
Sin embargo, hubo ocasiones en las que Dios al hablar sobre sí mismo enfatizó una de sus características en específico. Buscaba revelar algo especial sobre su persona que traería confianza y paz. Vemos un ejemplo de esto cuando Dios confirmó su promesa a Moisés (Éxodo 6). Dios mencionó que cuando él se apareció a Abraham, a Isaac y a Jacob, se les presentó como Dios Todopoderoso (El Shaddai).